Acababa con todos

En el autobús siempre me siento en el piso de arriba y hoy eso me ha salvado de un posible percance. Al poco de salir de Damastown, y en una de las zonas residenciales oigo un golpe fortísimo dentro del bus. Lo primero que pensé fue que sería alguna historia que se había roto: la máquina para ticar, o la de meter el dinero... pero a los pocos segundos vuelvo a oir otro aún más fuerte y cuando miro hacia abajo veo todo el pasillo lleno de cristales y algunas piedras. Pues sí, unos mierdas de nackers se entretuvieron de esas forma. El resultado fueron los cristales de la puerta de adelante rotos y una de las ventanas del centro del bus. Gracias a dios íbamos muy poca gente en él, y nadie en la zona donde rompieron las ventanas... Qué asco me dan los mierdas de nackers; yo tuviera poder para ello me los cargaría a todos.