jueves, mayo 04, 2006

Belfast

Este pasado domingo me fui a Belfast con Javi, Omar y Miriam. El día comenzó con nuestra gran idea de salir de Dublín en el primer bus, a las 7 de la mañana, para llegar lo más pronto posible y que no diera tiempo a conocer la ciudad. Claro que llegamos pronto!, a las 9:30 teníamos el City Hall para nosotros, y nunca mejor dicho porque no había ni un alma por las calles. Aprovechamos para visitar la zona del río.


City Hall Belfast Belfast river City Hall Belfast

Luego nos fuimos a desayunar al McDonalds: un capuccino acompañado de unos ricos Muffins; pero nuestro gozo en un pozo cuando nos vimos que los muffins todavía estaban un poco congelados. Entonces pensamos, complain! y así lo hicimos. Le explicamos lo que pasaba a uno de los trabajadores y rápidamente llamo al manager, el cual aparte de darnos otro muffin y un donut de chocolate, nos devolvió el dinero :). Así que tan contentos nos tomamos nuestro rico desayuno con descuento incorporado jeje.

Sobre la 1 de la tarde o así despertó la ciudad. La gente comenzaba a aparecer en las calles, pero nosotros cogimos un tour bus para conocer lo que realmente queríamos ver de Belfast: el barrio de Shankill con sus murales y los edificios "convertidos en jaulas"...

Podría intentar describir cómo es el barrio, los murales, etc, pero no hay nada como una imagen.


Shankill Belfast Shankill Belfast Shankill Belfast


Shankill Belfast Shankill Belfast Shankill Belfast

Durante todo el tiempo que pasamos en Shankill sentía una extraña sensación; es como si no hubiera vida en esa zona de la ciudad, parece que se mantiene exactamente igual que durante los enfrentamientos que han sufrido durante años: montones de basura, restos de hogueras, edificios en ruinas, ventanas rotas...

Al finalizar el tour nos bajamos en los jardines botánicos para comer y tomar unas fotos del Botanic Inn, que como me prometieron unos conocidos que tienen un bar en León con ese mismo nombre, las colgarán en la pared.

Botanic Inn Belfast

Y como se puso a llover, la vuelta a la estación de autobuses en un típico taxi inglés por 3 libras.
Daban las 9:30 cuando llegamos a Dublín: lloviendo y cansados de haber dormido escasas 2 horas la noche anterior, decidimos no salir.